Asesinato en el campamento romaní: "Disparé en defensa propia". Según los informes, Dolores Dori recibió tres disparos, uno de ellos en la espalda.

Lonato (Brescia) – Ya lo había confesado a los Carabinieri y a la fiscal Francesca Sussarellu, y lo reiteró ayer al comparecer ante el juez instructor Stefano Franchioni para ser interrogado y validar su detención. Según Franchioni, disparó a ciegas en "defensa propia", en medio del clima de terror instaurado por las dos mujeres . El tiroteo perpetrado por Dolores Dori y su madre, la reina de los Sinti de Pistoia, quienes irrumpieron en el campamento, era sin duda previsible, pero nunca se imaginó que alcanzaría tal magnitud.
Esta es, en resumen, la versión de Roberto Held , el hombre sintoísta de cincuenta años que, el 2 de octubre, mató a Dori, una mujer de 43 años originaria de Camponogara (Venecia), en el pequeño asentamiento gitano (ilegal) de Lonato, durante un tiroteo por una disputa familiar. Dori había entrado al asentamiento en coche, derribando la puerta, junto con su madre, Amalia Levacovich, de 59 años, y su hijo de dieciséis.
Las mujeres comenzaron a disparar indiscriminadamente hacia las caravanas, mientras el niño filmaba la escena, digna del Lejano Oeste, con su teléfono móvil (un detalle que permitió a los investigadores reconstruir los hechos del asesinato e incriminar a la abuela y al propio niño, quienes posteriormente fueron arrestados por intento de homicidio). Held, el suegro de la víctima, era buscado desde entonces. Los Carabinieri le seguían la pista de cerca .
Llevaban semanas buscándolo, pero el hombre, con sus antecedentes penales, no aparecía por ningún lado . El lunes pasado, sin embargo, se presentó en la comisaría de los Carabinieri de Brescia para entregarse y asumir toda la responsabilidad del crimen. Declaró que salió de su casa armado con dos pistolas solo después de oír el coche retroceder por la puerta y el crepitar de los primeros disparos, y que disparó en defensa propia presa del pánico, sin saber hacia dónde.
Según las primeras investigaciones forenses —aún no se dispone de los resultados de la autopsia—, Dori recibió tres impactos de bala, uno de ellos en la espalda , posiblemente mientras huía. Esta circunstancia, de confirmarse, podría desmentir la teoría de la legítima defensa. El análisis balístico y de los vehículos acribillados a balazos incautados en el campamento también aportará más información. Tras responder a las preguntas, Held, padre del joven que mantenía una relación controvertida con la hija de Dori, a la que se oponía la familia de ella, regresó a su celda, donde espera la decisión del juez. Su abogado, Gianfredo Giatti, del Colegio de Abogados de Mantua, solicitó arresto domiciliario, pero el juez instructor se reservó el fallo.
Il Giorno



